Una ola de nuevas investigaciones utilizando décadas de datos de satélites de la NASA ha descubierto una pérdida dramática y acelerada de agua dulce en todo el planeta. Los científicos advierten que en los últimos 20 años se ha agotado una cantidad masiva de aguas subterráneas debido al cambio climático, la sobreexplotación y las sequías cada vez más graves. Esta pérdida es tan grave que la tierra que se está secando ahora contribuye más al aumento del nivel del mar que el derretimiento de los glaciares. Se han identificado cuatro regiones principales de 'mega-sequía', amenazando la seguridad hídrica de miles de millones de personas. Los expertos dicen que se necesita una acción urgente para gestionar los recursos hídricos y prevenir una crisis global.
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