Una ola de nuevos aranceles de Estados Unidos sobre productos chinos está llevando a la Unión Europea a reconsiderar sus lazos económicos y políticos con China. Mientras Estados Unidos exige una mayor alineación de Europa contra China, la UE enfrenta presiones para proteger sus propias industrias de las exportaciones e inversiones chinas redirigidas. Mientras tanto, China está cambiando su enfoque hacia inversiones de mayor valor en Europa Central y Oriental, profundizando su influencia en la región. La UE se encuentra en un dilema estratégico: arriesgar alienar a Estados Unidos al involucrarse con China, o enfrentar consecuencias económicas al seguir la postura inflexible de Washington. Este delicado acto de equilibrio está remodelando las políticas comerciales e de inversión de Europa en un momento crítico para las alianzas globales.
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