En una histórica opinión consultiva, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha dictaminado que todos los países están legalmente obligados bajo el derecho internacional a abordar el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La corte declaró el cambio climático como una "amenaza urgente y existencial", afirmando que la falta de acción podría violar el derecho internacional y potencialmente llevar a reparaciones para las naciones afectadas. El fallo enfatiza que los tratados y el derecho internacional consuetudinario obligan a los estados, especialmente a los principales contaminantes, a tomar medidas significativas sobre el clima independientemente de su membresía en acuerdos específicos como el Acuerdo de París. La opinión también reconoce un medio ambiente saludable como un derecho humano, marcando un paso significativo para la justicia climática y la rendición de cuentas. Si bien la opinión de la CIJ no es legalmente vinculante, establece un precedente poderoso que podría influir en futuras litigaciones y esfuerzos diplomáticos a nivel mundial.
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