Kamala Harris ha logrado revertir la mayoría de los avances que Donald Trump hizo entre los afroamericanos, sin embargo, persisten preocupaciones de que podría no ser suficiente para asegurar la victoria en estados cruciales. A pesar de sus esfuerzos, Harris enfrenta críticas y acusaciones racistas, incluyendo burlas hacia su acento, reflejando una tendencia más amplia de ataques políticos racializados. Trump ha lanzado un esfuerzo concertado para socavar la credibilidad y la imagen de Harris como agente de cambio, con el objetivo de detener su impulso. En medio de estos desafíos, Harris ha visto un crecimiento en el apoyo de votantes demócratas e independientes, especialmente entre los afroamericanos, donde su respaldo ha aumentado significativamente. Sin embargo, el panorama político sigue siendo incierto, ya que los expertos advierten contra depositar demasiada confianza en las previsiones electorales.
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