Un poderoso batallón de cristianos conservadores ha avanzado. En los últimos meses, han sentado las bases en silencio para su lucha no solo por restringir el acceso al aborto, sino también a la FIV.
Están sembrando semillas para su objetivo final de poner fin al aborto desde la concepción, tanto dentro del Partido Republicano como más allá. Se enfrentan a una dura batalla política ya que sus posiciones son en gran medida impopulares y no reflejan la opinión mayoritaria, especialmente en cuanto a la FIV.
"Espero que haya retrocesos además de lo que estamos trabajando, que son avances significativos", dijo R. Albert Mohler Jr., presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur en Louisville, Kentucky, quien ha estado movilizando recientemente a evangélicos contra la FIV.
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