La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, ha señalado a sus adversarios políticos por instigar la reciente ola de violencia en todo el país, especialmente durante las protestas lideradas por estudiantes contra el sistema de cuotas de empleo del gobierno. La agitación provocó la imposición de un toque de queda, que Hasina afirma fue una medida necesaria pero a regañadientes para garantizar la seguridad pública. La controversia surge de la decisión de la Corte Suprema de reducir drásticamente las cuotas en empleos estatales del 56 por ciento a solo el 7 por ciento, afectando a varios grupos, incluidas las familias de los combatientes por la libertad, las mujeres y las comunidades desfavorecidas. Hasina ha expresado su disposición a levantar el toque de queda una vez que la situación se estabilice, enfatizando su compromiso de restablecer la paz y el orden.
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