Los analistas han dicho que Estados Unidos se verá obligado a financiar un aumento masivo en su déficit presupuestario con deuda a corto plazo, con consecuencias para los mercados monetarios y la lucha contra la inflación.
La Oficina de Presupuesto del Congreso, el organismo independiente de control fiscal, dijo esta semana que los paquetes de ayuda para Ucrania e Israel ayudarían a elevar el déficit de Estados Unidos en este año fiscal a $1.9 billones, en comparación con su predicción de febrero de $1.5 billones.
"Estamos gastando dinero como país como un marinero borracho en tierra durante el fin de semana", dijo Ajay Rajadhyaksha, presidente global de investigación en Barclays.
El aumento en el déficit ha alarmado desde hace tiempo a los halcones fiscales, quienes advierten que la falta de disciplina de Estados Unidos inevitablemente aumentará los costos de endeudamiento y que ni el presidente Joe Biden ni su rival republicano Donald Trump tienen planes sustanciales para fortalecer las finanzas del país.
"Es probable que la proporción de bonos del Tesoro como parte de la deuda total aumente, lo que plantea la pregunta de quién los comprará", dijo Torsten Slok, economista jefe de Apollo. "Esto podría tensar absolutamente los mercados de financiamiento".
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